jueves, 28 de abril de 2011

-¿Te puedo pedir una cosa?
-Sí, dime.
-No te habitúes a mí
-¿Cómo?, no entiendo.
-Que no te acostumbres a mí, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad, ni a mis sonrisas, ni a mis besos, ni a mi olor. No quiero que te acostumbres a que hablemos de tus problemas, ni a que te escuche, ni a mis enojos, ni a reírte de las cosas que digo...No quiero que te acostumbres a como te miro o te dejo de mirar, no quiero que te acostumbres a mis palabras, a mis te quieros, a mis abrazos... No te acostumbres… enserio.
-¿Y eso a que viene?
- A nada simplemente algún día me cansaré, me iré y extrañarás esas cosas si estás acostumbrada.

(Y YO CREO QUE FUE EXACTAMENTE ESO, LO QUE HOY PASÓ)~

Ya nada me desiluciona ;

No espero que me digas hola, que me preguntes que tal me ha ido el día, que me digas lo Linda que soy y lo preciosa que estaba cuando me vistes (aunque en realidad estuviese desaliñada). 
Tampoco espero que corras detrás de mí y me agarres de la mano, que te choques conmigo a propósito y después me sonrías, no espero que me tapes los ojos por sorpresa y me preguntes después quien creía que eras. 
Yo ya no espero nada de eso, porque eso ya pasó hace tiempo y ya nos cansamos. Me canse yo y te cansaste tú; Porque no queríamos lo mismo, yo quería un para siempre y tú un hasta luego.  Aún así se lo que nunca esperé
Nunca esperé te quieros,  ni besos, ni que me agarraras de la mano, ni reírnos mientras nos mirábamos.  No esperaba que me agarraras de la cintura y me dieras besos en el cuello, ni que me presentaras como tu novia a tus amigos. Nunca esperé que me susurraras las canciones que tanto me gustaban por teléfono para dormirme. Pero de todas maneras lo único que importa es que yo de ti ya no espero nada, porque simplemente se que NO VAS A VOLVER;
•¿Recuerdas cuando eras pequeño y no querías comer? Te intentaban hacer creer que la cuchara con el puré era un avión. De hecho creían que lo único que le faltaba para ser verosímil era el sonido del motor. Y ahí les veías haciendo el BRRRRRRRR. Además te hacían responsable de la buena alimentación de toda tu familia: 'Esta por papá. Esta por mamá. Esta por la tita' O sea, tenías que comer tú por todos.

¿O cuando para conseguir que nos durmiésemos se inventaron las nanas? La música era apropiada, pero fallaban en la letra, como ésa que decía: 
"Duérmete niño, duérmete ya, que viene el Coco y te comerá" Y tú pensado: "¿Cómo? ¿Que va a venir quién? Después de la información que me acabas de proporcionar ¿tú quieres que yo me duerma?" Así que te pasabas toda la noche con los ojos como platos, no fuera a ser que le diera por aparecer al maldito coco. Así al menos si venía te pillaba despierto. Y como conclusión, la frase con la que los padres ponían fin a todas nuestras preguntas: "Mamá ¿Por qué los chicos son tan raros?" Hija, cuando seas mayor lo entenderás. Pues también en eso nos mintieron. Porque querida mamá, yo ya soy mayor y sigo sin entenderlos